sábado, 3 de agosto de 2019

Un poco de abril, algo de mayo, todo septiembre

A pesar de que Sierra i Fabra no está en absoluto entre mis escritores de literatura juvenil favoritos (a excepción de Kafka y la muñeca viajera: francamente maravilloso), acabo de leer otro libro suyo, Un poco de abril, algo de mayo, todo septiembre, porque su temática me llamó la atención. A continuación os hablaré muy brevemente de su argumento, y os presentaré lo que yo considero los "pros" y "contras" de esta historia.
El libro se inicia con un anuncio en un periódico (que, según dice el autor, es un anuncio real):

Chico busca chica seropositiva, simpática, no importa físico, con espíritu y amor, para rehacer la vida, amistad y disfrutar del tiempo. Barcelona. Apartado de Correos 7640.

Así, hay dos protagonistas: Olga, una joven de 19 años seropositiva, y Jaime, un periodista que responde al anuncio y se cita con la joven en un bar. Pues bien, Jaime miente descaradamente a Olga y le enseña en esa primera cita un certificado médico falso que indica que es seropositivo, y le oculta que su verdadera intención es publicar un reportaje sobre el sida en España. Con lo que no contaba Jaime es con enamorarse de ella a los cinco minutos de conocerla. 

De manera que empiezo por la parte negativa del libro: es un relato exageradamente previsible. Entre el título y el primer capítulo el lector ya sabe qué es lo que va a suceder, desde la primera página hasta el final. Y, por otro lado, la verosimilitud de una historia que pretende ser realista es un tanto cuestionable, especialmente en lo que atañe a la personalidad de los personajes principales.

Lo que sí me ha gustado mucho de esta novela es la extrema delicadeza y realismo con la que Sierra i Fabra habla del sida. Y me parece muy interesante la manera en la que el escritor hace llegar al lector joven una advertencia sobre el contagio: no es una enfermedad exclusiva de drogadictos y homosexuales, sino que a día de hoy son los jóvenes heterosexuales los más propensos a contraerla y, por cierto, los que más la contraen. Y para contagiarse de esta enfermedad no es necesario llevar una vida disoluta o sórdida, y ahí está el ejemplo de Olga: fue su novio, una pareja estable, quien la contagió. Además nos recuerda que, por desgracia, el sida no está en absoluto erradicado: hay millones de personas seropositivas (sobre todo en África y Asia, pero también en Europa). 

Otro aspecto que me ha gustado de esta historia son algunas de las citas y frases que emplea Sierra i Fabra para describir ese estado aparentemente contradictorio (esperanza - desesperanza) en el que viven los personajes, particularmente Olga, que sabe que su vida tiene una fecha de caducidad muy temprana. Por eso, desde que sabe que es seropositiva, su ánimo oscila entre la pesadumbre total y la esperanza de tener más tiempo y ser feliz en el tiempo que le quede: "Ya no tienes una vida, tienes un epílogo"; "No somos más que tiempo"; "El tiempo es sólo la forma en que gastamos la vida"... 

En conclusión, es una historia muy fácil de leer, muy corta y muy previsible, pero en ella encontraréis información muy interesante sobre el sida, tema que se trata de una forma muy elegante, realista y respetuosa. Y además hallaréis citas, frases, pensamientos...  que os harán reflexionar y os gustarán. Por último, recordaros y/o comunicaros que esta novela tiene película: Por un puñado de besos, rodada en el 2014 y protagonizada por Ana de Armas y Martiño Rivas.

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