Rainbow Rowell nos había sorprendido con Eleanor y Park. Sin embargo, con esta otra novela, Segundas oportunidades, quizá no ha estado tan acertada. En ella nos cuenta la historia de un matrimonio que a causa de la rutina y el trabajo está a punto de resquebrajarse.
Georgie y Neal van a pasar las vacaciones de Navidad en casa de la madre de Neal. Pero a Georgie le surge un compromiso ineludible en el trabajo y decide quedarse en casa. Esa misma noche llama a Neal para tratar de arreglar las cosas con él. Y tras un montón de llamadas infructuosas, después de tres días, por fin le coge el teléfono. Sin embargo, el Neal con el que habla es el chico de unos veinte años de quien se había enamorado. Así se inician una serie de conversaciones entre la Georgie del futuro y el Neal del pasado.
No llega a ser exactamente un viaje en el tiempo, pero gracias a estas llamadas Georgie se acaba dando cuenta de que está perdiendo al amor de su vida y reflexiona sobre si es mejor recuperarlo o dejarlo marchar.
A lo largo de esta historia nos planteamos una serie de preguntas interesantes y nos invita a pensar sobre cuestiones de nuestra sociedad actual: si es suficiente el amor para ser felices, la importancia que concedemos al trabajo, los horarios laborales a los que están sometidos los trabajadores...
Así que, en cualquier caso, es un libro que gustará a los lectores de literatura romántica.
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