Marissa Meyer nos ofrece en esta novela la historia de la Reina de Corazones, personaje que Lewis Carroll había creado en Alicia en el país de las maravillas. La misma autora, al final del libro, afirma que dos autores fueron claves en la elaboración de esta novela: Lewis Carroll (evidentemente) y el señor Edgar Allan Poe, de quien tomó el personaje de Cuervo y reconoce haber parafraseado prácticamente algunos de los fragmentos del célebre poema (El Cuervo) de Poe. Aunque sólo sea por este motivo, la lectura de esta novela merece la pena.
La histora que cuenta el libro tiene como protagonista a la hija de los Marqueses de la Isla de la Tortuga, Catherine (Cath), una chica aficionada a la repostería que desea montar la mejor pastelería de todo el reino de Corazones. Pero sus padres tienen otros planes para ella: quieren casarla con el mismísimo rey, quien, por cierto, está más que dispuesto a contraer matrimonio con Cath. El problema es que ella quiere casarse por amor, y desde luego, no está enamorada del rey. Por lo que trata de postergar el enlace todo lo posible hasta que se le ocurra una forma de evitar la boda. Y todo se complica aún más cuando conoce a Jest, el bufón de la corte de Corazones.
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